Los rollo (Justicia) a
Rollo de Villalón de Campos. |
Un rollo es una columna generalmente hecha de piedra y normalmente rematada por una cruz o una bola. Representaba la categoría administrativa del lugar, levantándose solo en los villazgos que tenían plena jurisdicción, indicando el régimen al que estaba sometido: señorío real, concejil, eclesiástico o monástico. Además marcaba el límite territorial y, en ciertos casos, era un monumento conmemorativo de la concesión del villazgo. Compartían con las picotas las funciones de ajusticiamientos.
Los hay en aquellos pueblos de los reinos de la Corona de Castilla que tenían alcalde y, por lo tanto, jurisdicción para juzgar y condenar a muerte. Servía además para castigar y pagar las penas menores de los delincuentes comunes, que tras ser azotados, eran expuestos a pública vergüenza. Los rollos son similares a los cruceros, pero su significado es distinto.
Durante la conquista de América, el primer acto de fundación de una ciudad consistía en el levantamiento y plantación del rollo, como símbolo de jurisdicción real y como signo de amenaza coercitiva.
Las picotas son columnas de piedra más o menos ornamentadas, sobre las que se exponía a los reos y las cabezas o cuerpos de los ajusticiados por la autoridad civil.
La pena de exhibición en la picota aparece ya legislada en el siglo XIII, en el libro de Las Partidas, de Alfonso X, considerándose la última de las penas leves a los delincuentes para su deshonra y castigo.
La mayoría de las picotas fueron construidas durante los siglos XVI y XVII, debido a las exenciones otorgadas a los lugares que hicieron aportaciones económicas a la Corona para sufragar los cuantiosos gastos de la guerra.
Aunque se suele llamar picota a todas las columnas de este tipo, algunas de ellas son de más categoría y se denominan rollos, que sólo se levantaban en villas e indicaban el régimen al que estaba sometido: señorío real, concejil, eclesiástico o monástico.
Picota de Presencio (Burgos). |
Las picotas son columnas de piedra más o menos ornamentadas, sobre las que se exponía a los reos y las cabezas o cuerpos de los ajusticiados por la autoridad civil.
La pena de exhibición en la picota aparece ya legislada en el siglo XIII, en el libro de Las Partidas, de Alfonso X, considerándose la última de las penas leves a los delincuentes para su deshonra y castigo.
La mayoría de las picotas fueron construidas durante los siglos XVI y XVII, debido a las exenciones otorgadas a los lugares que hicieron aportaciones económicas a la Corona para sufragar los cuantiosos gastos de la guerra.
Aunque se suele llamar picota a todas las columnas de este tipo, algunas de ellas son de más categoría y se denominan rollos, que sólo se levantaban en villas e indicaban el régimen al que estaba sometido: señorío real, concejil, eclesiástico o monástico.
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