Ley sálica de Francos.-a


Los francos salios

Los francos salios o francos salianos eran parte del pueblo germano de los francos que habitaba, a mediados del siglo III d. C., en el valle inferior del río Rin, en los actuales Países Bajos y noroeste de Alemania. Hay dos hipótesis sobre el origen de su nombre:
  • Puede vincularse con el río IJssel (forma antigua Isala, como otros cursos de agua Isère, Yser, Isar),​ con el germánico see, «el mar», o con el también germánico i sala que significa «aguas oscuras». En esos casos, el nombre Salios se debería al topónimo mencionado.
  • Puede proceder de la ciudad de Saló, hoy Overijse, en Bélgica. Esta segunda teoría tiene en contra el hecho de que Overijse se llamaba entonces Isca.
Como todos los pueblos germánicos, hasta su mestizaje con los pueblos románicos de Europa en los siglos siguientes, no tuvieron registros históricos escritos, ya que la escritura rúnica de los germanos se usaba con fines exclusivamente religiosos.
Su historia previa a la adquisición de la escritura se conoce a través de la tradición oral (mayoritariamente de carácter mítico y, por lo tanto, de dudosa credibilidad). La primera historia escrita de los francos está en el libro Histoire des francs, obra de Gregorio, obispo de Tours (luego canonizado), quien nació y murió en el reino franco de Neustria (Riom c. 538 – Tours c. 594). Según esta crónica, que es parte de una historia eclesiástica reproducida en un manuscrito del siglo VIII, el primer duque o rey de los francos salios fue Faramundo.

Historia

Ocupaban un territorio lacustre en la confluencia del Vecht y el Ijssel, el Sallzee, que pasó a llamarse en la Edad Media el Salland. Un territorio en la frontera de la tierra, el agua dulce y el agua salada. En cualquier caso nacieron con los pies en el agua, sobre una tierra anfibia; de ahí esta leyenda de Meroveo, descendiente de un monstruo marino. Eso resume bien su origen: los salios serían acuáticos.
Hasta 287 o 288 los salios, al igual que las demás naciones germánicas, alternaban incursiones sobre las fronteras del imperio romano con acuerdos militares (foedus) con él. Pero en dicha fecha Maximiano, el colega de Diocleciano, decidió aplastar a todos los que se opusiesen a Roma. Viendo llegar contra él a un ejército romano imbatido desde hacía varios años, el rey salio Genobaudo aceptó someterse sin combate junto con todo su pueblo. Maximiano aceptó su rendición e instaló a los salios en Toxandria, junto a la desembocadura del Rin con el estatuto de Foederati (pueblos sometidos a la autoridad imperial). Protegidos por la paz romana, crecieron y se extendieron al oeste, a lo largo del mar del Norte.
Hubo algunas rebeliones contra esta condición de federados, pero siempre fueron reprimidas por el ejército romano. Incluso hubo contingentes de salios en las expediciones de Constancio Cloro y de Constantino, en 293 y en 306, respectivamente.
En el siglo V, el avance huno de Atila llevó su jefe Clodión a invadir Galia. Durante este periodo, los francos ocuparon la zona entre Arrás y Cambrai de Galia, donde permanecieron hasta la época de Clodoveo I. Su gobernante Childerico I estableció la capital en Tournai.
Así pues, desde las provincias de Germania Inferior y Gallia Belgica, donde algunos de sus «reyes» tenían el título de dux o duque, los salios constituyeron a continuación un reino que se extendió en el siglo VI sobre la mayor parte de la Galia.

Cultura

Su lengua pertenecía a la familia de lenguas bajo fráncicas. Los salios fueron parte de los fundadores de la cultura y sociedad holandesa junto a los frisones y batavios. Según eruditos modernos, como Robinson, su lengua evolucionó al holandés.
Las tribus salias constituyeron una confederación laxa, en la que negociaron unidos con la autoridad romana. Cada tribu estaba compuesta por grandes grupos familiares, reunidos alrededor de una familia principal. La importancia de las obligaciones de familia estaba regulada por el Derecho sálico, que aclaraba que un individuo no tenía ningún derecho a protección en el caso de no ser parte de una familia.
Los salios fueron absorbidos por los francos, y su identidad se había perdido en tiempos de los carolingios.

Religión

Sus creencias politeístas perduraron después de la conversión de Clodoveo I al cristianismo.

Leyes

Los francos salios recogieron por escrito sus leyes en el año 511, leyes que en su mayor parte correspondían al Derecho de familia, en el Pactus legis salicæ. En el siglo XVI el rey francés Enrique IV resucitó parte de esta legislación para apartar de la línea sucesoria a su rival, Isabel Clara Eugenia, nieta de Enrique II de Francia e hija de Felipe II de España. Sin embargo, todo apunta a que tomó a los salios como fuente de legitimidad y no porque entre ellos hubiese dicha ley. Desde entonces, la Ley Sálica es sinónimo de la discriminación femenina en las líneas sucesorias a un trono real en toda Europa.




Ley Sálica 

Ley Sálica, código legal redactado en latín, compilado por vez primera en el siglo VI por los francos salios que habían conquistado la Galia en el siglo V. Incluye principalmente las multas que habían de pagarse por ofensas y delitos. Pero entre sus leyes civiles había una que prohibía a las hijas heredar tierras. Este es el aspecto por el que el término ley sálica se emplea con más frecuencia, debido fundamentalmente a su uso erróneo como argumento contra la sucesión de las mujeres o de los descendientes de las hijas de reyes a AL TRONO DE FRANCIA.
Esta ley franca, relativa a la herencia de tierras, se aplicó a la dignidad real con objeto de evitar que la Corona saliera del país mediante el matrimonio de una mujer con un extranjero. La Ley Sálica, en este sentido, ha tenido un papel importante en la historia de Francia. Fue empleada por primera vez en este país a inicios del siglo XIV por el rey francés Felipe V. Este código constituyó posteriormente el argumento legal para negar la Corona francesa al rey de Inglaterra Eduardo III, cuya madre era hija del rey francés Felipe IV. Esta disputa originó el pretexto para la guerra de los Cien Años.

HISTORIA

En latín Lex Salica. Los francos que conquistaron la Galia en el siglo V y la más importante, aunque no la más antigua, de todas las leyes teutónicas (leges barbarorum). El código fue emitido tarde (c. 507–511) en el reinado de Clovis, el fundador del poder merovingio en Europa occidental. Fue reeditado dos veces bajo los descendientes de Clovis, y bajo los carolingios (Carlomagno y sus sucesores) se modificó y sistematizó repetidamente y se tradujo al antiguo alto alemán.

La Ley Saliva es principalmente un código penal y procesal, que contiene una larga lista de multas (compositio) por diversos delitos y delitos. También incluye, sin embargo, algunos Leyes civiles, entre ellas un capítulo que declara que las hijas no pueden heredar tierras. Aunque esta sección no se invocó en la exclusión de las hijas de Luis X, Felipe V y Carlos IV del trono, adquirió una importancia crítica en la última etapa Valois (siglo XVI), cuando fue citada incorrectamente como autoridad por el supuesto existente de que las mujeres no deberían suceder a la corona.

En su forma original, el código es estructuralmente de la era pre-cristiana, el único de la clase que existe. Otras leyes germánicas, como las de los visigodos y borgoñones, pueden tener una fecha anterior, pero mostrar una influencia cristiana apreciable. A pesar de que se escribió por primera vez en latín (después de un largo período de transmisión puramente oral), la ley sálica estuvo muy poco influenciada por la ley romana. Como un registro de las primeras leyes y costumbres de los francos, la Ley Sálica ofrece valiosas pistas sobre las condiciones de la vida y la sociedad germánicas primitivas.
detalle 
Ediciones

La edición original del código fue encargada por el primer rey de todos los francos, Cloroveo I (c. 466-511), y se publicó en algún momento entre 507 y 511.  Designó a cuatro comisionados  para investigar usos  de leyes que, hasta la publicación de la Ley Sálica, se habían registrado sólo en la mente de los ancianos designados, que se reunirían en consejo cuando se requiriera su conocimiento. 
La transmisión fue completamente oral. Por lo tanto, la Ley Sálica refleja usos y prácticas ancestrales.  Para gobernar de manera más eficaz, era deseable que los monarcas y sus administraciones tuvieran un código escrito. El nombre del código proviene de la circunstancia de que Clovis era un Rey merovingio gobernando solo a los francos salianos antes de su unificación de Francia . La ley debe haberse aplicado también a los francos ripuarios ; sin embargo, al contener solo 65 títulos, es posible que no haya incluido ninguna ley ripuariana especial. 

Durante los siguientes 300 años, el código se copió a mano y se enmendó según lo requerido para agregar leyes recién promulgadas, revisar las leyes que se habían enmendado y eliminar las leyes que habían sido derogadas. A diferencia de la imprenta, la copia a mano es un acto individual de un copista individual con ideas y un estilo propio. Cada uno de los varios manuscritos supervivientes presenta un conjunto único de errores, correcciones, contenido y organización. Las leyes se denominan "títulos" ya que cada una tiene su propio nombre, generalmente precedido por de , "de", "concerniente". Diferentes secciones de títulos adquirieron nombres individuales que revelaron algo sobre sus procedencias. Algunas de estas docenas de nombres se han adoptado como referencia específica, a menudo con la misma designación que el trabajo general, lex.

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