Estudio preliminar de Gabriel Moreno González Con apenas 20 años, un joven Manuel Azaña alcanzaría el grado de doctor con esta memoria de sugerente título, La responsabilidad de las multitudes , que anticipaba con extraña clarividencia el futuro mismo del gobernante y estadista. Quien desde el poder tendría que hacer frente, en más de una ocasión, al actuar indómito de las multitudes, consagró a éstas su trabajo seminal en el campo del Derecho, disciplina que siempre cultivó hasta el fin trágico de sus días. Al Azaña político y escritor hemos de sumar un Azaña jurista, portador inquebrantable de una fe en la fuerza de la Ley que, desde sus tempranos días en la Universidad a sus últimos esfuerzos en la República, vertió permanentemente sobre su idea de una España renovada. Su casi inexplicable fascinación por las colectividades humanas y por las reglas que las rigen recorre las páginas de una vibrante tesis doctoral que, con fina pluma y cuidado estilo, se adentra en la ps
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